Utilizado y respetado por las culturas milenarias asiática, polinésica e indú, este producto natural reconocido mundialmente, no sólo por sus propiedades alimenticias, sino también por las medicinales. Es común que los occidentales admiren la buena salud de estos pueblos y traten de encontrar la respuesta a aquella condición.

El aceite de coco entrega cientos de beneficios, entre los cuales están:

•Favorece la digestión

•Mejora el uso de la glucosa en la sangre

•Facilita la labor de los pulmones

•Incrementa la absorción de calcio y magnesio

•Sacia el apetito y aumenta la producción de la leche materna.

Este óleo extraído directamente del fruto de la palma posee a lo menos un 60% de ácidos grasos saturado de cadenas cortas y medias, los que descompuestos en el organismo usados para producir energía que se queman limpiamente y no aumenta los niveles de colesterol.

Es tan buena la reputación de este producto que la U.S. Food and Drug Administration (FDA) lo incluyó en la exclusiva lista de grasa naturales, seguras y saludables. A su vez el Ministerio de Salud, trabajo de bienestar de Japón lo recomendó en la edición 2010 de estándares de dieta y consumo para el país.

Los investigadores aconsejan ingerir aproximadamente 3,5 cucharadas soperas a lo largo del día junto con comidas ricas en fibras y proteínas..

Uso Gastronómicos

Ideal para sustituir la mantequilla, la margarina y el aceite de cocina.

Queda muy bien con las preparaciones de pescados y aves.